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Mostrando entradas de febrero, 2013

Nacionalizar ya el acopio de granos para responder a la extorsión gorila

La Sociedad Rural Argentina y su séquito de organizaciones adictas están convocando a una insurrección tributaria. La oligarquía le ha declarado la guerra al gobierno y no se tomó vacaciones. Solo le preocupan los miles de millones de dólares que están perdiendo en sus negocios con China. El gobierno kirchnerista les molesta. Necesitan con urgencia de bolsillo llegar al postkirchnerismo. Por eso intentan paralizar el comercio exterior, después de haber intentado generar una corrida cambiaría apalancando el dólar ilegal. La nueva extorsión de la Mesa de Enlace carece de toda justificación económica y financiera. Solo se explica porque un grupo minúsculo de rentistas controla el principal canal de ingreso de divisas internacionales a nuestro país. El intento, brutalmente expresado, es poner de rodillas al gobierno nacional para que puedan quedarse con toda la renta diferencial pampeana en beneficio propio y privado. Estamos ante una nueva “125”. Es momento de definiciones claras. Quien

Salió PyP 44 Editorial. Conseguilo

Editorial por Nestor Gorojovsky Un parto sin consumación, que debilita y pone en riesgo al gobierno Entre mediados de diciembre de 2012 y mediados de enero de 2013 se produjo un muy interesante debate entre economistas progresistas en el suplemento “Cash” del diario de la centroizquierda porteña Página 12[1]. El mismo giró en torno a la validez del reclamo contra la progresiva extensión del impuesto a las ganancias a capas cada vez más notables de asalariados. Por un lado, dos economistas (Seijo y Montesino) sostienen que el reclamo es indebido, y en última instancia afirman que en vez de exigir que se les siga devolviendo todo lo que perdieron frente a las clases dominantes y el imperialismo desde 1976, los trabajadores deberían agradecer al gobierno todo lo que les devolvió y esperar, ahora, a que mañana vuelva a entregarles algo más. Es la tesis “verticalista”, digamos, tan a gusto de burócratas y trepadores. Por el otro, un economista (Caracoche) desmonta el planteo y muestra